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19 de noviembre de 2010

BORRADOR DE ENSAYO Y PROPUESTA

* Hernández Canarios Alejandro.
* Hernández Jiménez Diana Citlali.
* Morales Sánchez Lesly Guadalupe.

- Auditiva y de Lenguaje. 3º B.

INTRODUCCIÓN.
En el presente trabajo tenemos como propósito desarrollar algunos aspectos importantes sobre el tema de la autonomía; la vinculación de ésta con el desarrollo personal, su impacto en la dinámica familiar y la influencia que ésta tiene en los logros escolares, las relaciones interpersonales y los aprendizajes del alumno.
Con motivo de no sólo quedar en el análisis teórico de dichos conceptos y situaciones – posteriormente - haremos una Propuesta de Intervención y Trabajo Colaborativo que responde a las necesidades específicas de un grupo escolar bien identificado perteneciente a la institución donde actualmente realizamos nuestras prácticas como futuros docentes.

La institución educativa en la que se desarrollará dicha propuesta es el Centro de Atención Múltiple No. 94 que se encuentra ubicado en la calle Antiguo camino a Acapulco # 128. Col. Progreso. Deleg. Álvaro Obregón.

Hay que destacar que se trata de un CAM laboral que cuenta con cuenta con 7 grupos distribuidos en 4 talleres: Serigrafía, Belleza, Panadería y Cocina, por lo que el horario de atención es de 8 a 16 horas.

Las rutas de acceso más próximas son Periférico Sur (Parada de Televisa), avenida Toluca y la avenida del Desierto de los Leones. El nivel socioeconómico (medio – alto) de la zona le permite mantener servicios públicos de agua potable, pavimentación, alumbrado público y drenaje; no obstante, el grueso de la población que asiste a dicho CAM va de otros sectores de la ciudad.

Ahora bien, la problemática que identificamos está en relación con la modalidad de dicho CAM (laboral) y el perfil de egreso deseado, pues, además de que implica el dominio de competencias laborales específicas, también exige de los egresados la capacidad de tomar decisiones y resolver problemas (tanto cotidianos como específicos de su trabajo) y hacerse responsables de las posibles consecuencias de dichas determinaciones, es decir, implica alumnos autónomos.

La importancia de generar una propuesta con el tema AUTONOMÍA parte de las observaciones realizadas en el CAM # 94 en el que la población está mayoritariamente en situación de discapacidad intelectual, el nivel que en esta institución se imparte es laboral; la edad de los alumnos es de entre 14 y 25 años.

El trabajo con adolescentes y adultos requiere de un cambio de perspectiva en cuanto a las formas de comunicación, los contenidos a tratar en clase, los propósitos educativos de la institución en cuanto a su formación laboral; considerando que este es el último nivel educativo que el gobierno oferta para el desarrollo y formación de personas con discapacidad.

Y durante nuestras prácticas de observación, pudimos notar que las interacciones de dicha institución no necesariamente promueven (en su mayoría) la autonomía del alumno y más bien se van hacia la dependencia del profesor y hacia la limitación de las potencialidades del alumno, pues - en este caso en específico - pareciera ser que es más importante la producción diaria de los talleres al desarrollo y aprendizaje del alumno; a veces nos centramos más en nuestros supuestos sobre lo que el alumno no puede hacer que en lo que concierne a nuestra enseñanza y a la labor docente.

ENSAYO.
LA AUTONOMÍA COMO NECESIDAD BÁSICA PARA LA INCLUSIÓN A LA SOCIEDAD Y EL ACCESO A LA CULTURA.

Hablar de autonomía resulta más complejo de lo que parece, ya que implica analizar a los seres humanos desde los aspectos más profundos de su desarrollo y su conducta misma.

Referente al concepto de autonomía cada persona tiene una concepción diferente según sus propias experiencias, la situación a la que se enfrenta y el entorno en el que se encuentra inmerso, el cual ejerce una mayor influencia por las interacciones, nos referimos a la familia ya que es la primera institución social a la que pertenecemos.

En la praxis de la autonomía podríamos citar una frase popular que dice “Cada cabeza es un mundo” es por esto que nunca dos personas van a interiorizar el concepto del mismo modo, pero la psicología se apoya en características y atributos de las personas para formular un concepto que se acerque lo mayormente posible a la realidad; desde este discurso entiéndase Autonomía como la libertad para gobernarse o regirse por las propias leyes, esta condición nos permite vivir sin depender necesariamente de otra persona.

Pero no debemos confundirnos, al decir que no se requiere de otra persona para vivir, no nos referimos a la exclusión de la sociedad, más bien es el poder de tomar nuestras propias decisiones para afrontar diferentes situaciones de la vida diaria.

La Autonomía implica el actuar de la manera que nos parezca más adecuada en momentos específicos después de haber analizado las circunstancias y anticiparnos a los posibles resultados, como todo proceso no se encuentra exento de errores, pero también eso es parte del ser autónomo, el asumir las consecuencias, buenas o malas, aunque en lo personal me atrevería a decir que no existen las malas decisiones, son sólo errores que nos permiten seguir aprendiendo.

Autonomía es la capacidad del individuo para gobernarse a sí mismo, teniendo en cuenta el punto de vista de quienes lo rodean (Piaget).
Para Piaget existen principalmente tres tipos de autonomía:
 Autonomía intelectual: se asume como la capacidad del individuo para resolver situaciones problemáticas.
 Autonomía moral: hace referencia a la conducta del sujeto frente a las situaciones guiado por las ideas y los principios morales construidos a lo largo de la historia de la sociedad a la que pertenece.
 Autonomía social: es la capacidad de las personas para relacionarse de una manera pacífica con las personas que lo rodean, conocerse a sí mismo e interactuar con su entorno.

Una persona no nace siendo o sabiendo ser autónomo, para llegar a esta condición es necesario tomar en cuenta diversos factores, tanto internos como externos, que van desde lo fisiológico hasta el marco sociocultural. Como todo proceso se requiere por principio de un nivel de maduración que permita la independencia así como la madurez psicológica para llevar a cabo los procesos que nos trazan el camino para el desarrollo.

La Autonomía no es un proceso aislado o paralelo al desarrollo del ser humano, estos van de la mano, para formarnos como seres íntegros; por lo tanto debemos entender que no se dan en diferentes niveles, primero uno y luego el otro. Un claro ejemplo de esto es el proceso de marcha en un niño.

En un inicio el bebé depende totalmente de la madre para desplazarse, con el paso del tiempo y gracias a los logros posturales como sostener la cabeza, elevar el tórax, sentarse, etc. hasta lograr ponerse en pie por sí solo y dar sus primeros pasos que implican un alto grado de complejidad, pues el niño debe tomar decisiones y tomar en cuenta sus capacidades físicas.

¿TODOS PODEMOS LOGRAR LA AUTONOMÍA?

Con base en todo lo anterior podemos afirmar que todas las personas podemos ser autónomas, partiendo desde el principio de que cada persona asume la autonomía de diferente manera, pero de forma concreta y según los tres tipos de autonomía que enumera Piaget podemos decir que aunque las personas dependan de otras en diferentes etapas de su desarrollo siempre se logra un grado de autonomía en aspectos específicos de la vida.

La autonomía nunca se logra en su totalidad, ya que por el simple hecho de ser seres vivos y pertenecer a una sociedad así como interiorizar ciertos rasgos culturales dependemos de uno u otro modo del entorno. Pero si se puede desarrollar a un nivel en el que nos permita acceder a un determinado estilo de vida.

El desarrollo de la autonomía es un gran logro en la vida de toda persona, desde niños, mujeres, ancianos, personas con discapacidad, etc. Un factor decisivo en dicho proceso es el vinculo familiar, las relaciones entre sus integrantes, los estilos de parentalidad así como los roles asumidos y las condiciones socio-económicas son características que lo delimitan muy bien.

Si la propia familia no genera situaciones que lleven al niño a un desequilibrio de sus esquemas y estructuras psicológicas, jamás se verá en la necesidad de poner en juego sus habilidades para superar tal desequilibrio. Se debe permitir la expresión de ideas, pensamientos y sentimientos, de este modo le resultará más sencillo tomar una decisión.

Con el paso de los años, conforme la persona crece la autonomía se convierte en una necesidad, incluso para las personas con discapacidad, sin importar cual sea; ya que es importante que tanto el sujeto como las personas que lo rodean reconozcan sus logros y capacidades.

El permitir que las personas desarrollen su autonomía no quiere decir que debe hacerlo todo por sí mismo, esto es hasta donde sus propias características y el entorno se lo permitan, pero si favorecer que en medida de lo posible cubra sus necesidades básicas por lo menos.

En ocasiones las personas tienden a confundir el concepto de autonomía o las implicaciones de esta con el abandono, la finalidad de elaborar propuestas que favorezcan la autonomía no es el abandonar al sujeto a su suerte, o que realice las cosas como pueda y dejar que afronte solo las consecuencias; es más bien generar en él la constante necesidad de plantearse retos y ponerse metas para lograr con ayuda de los demás, ayuda en el sentido de orientación y enseñanza de un proceso.

AUTONOMÍA Y ESCUELA:
¿Cómo se favorece y cómo se obstaculiza la autonomía en la escuela?

La escuela es el segundo agente de socialización que el individuo en su hacer conoce, por lo que podemos decir que tiene una gran importancia en la formación de cualquier persona; en esta institución los alumnos interactúan con maestros, directivos, otros niños de diferentes edades, personal administrativo y de mantenimiento, lo que implica una gran variedad de situaciones en la que - de alguna manera - la exigencia ante las respuestas que él pueda ofrecer será distinta.

Los recursos con que los niños y adolescentes cuenten para la resolución de problemas varía en cuanto a dos aspectos; cognitivo y emocional, desembocando en una respuesta a nivel social que será interpretada como adecuada o inadecuada según varios elementos: la edad del niño o adolescente (acorde a la edad se espera una determinada respuesta para ser aceptada), la relación establecida entre los participantes de la situación (el componente emocional); finalmente - lo más importante - es la condición en que el niño o adolescente esté inmerso (pobreza, discapacidad, abandono, etc.).

Ahora desde la experiencia en el CAM 94 visualicemos una situación: En el taller de cocina, antes de preparar los alimentos, la maestra escribe el menú del día en el pizarrón, forma equipos para elaborar cada tipo de platillo: guisado, sopa, ensalada, agua y salsa. La maestra apoyada en comentarios de los alumnos anota los ingredientes de cada platillo en el pizarrón, al terminar cada quien se integra en su equipo y espera las instrucciones de la maestra para ir elaborando su platillo.

Analizando esta breve situación podemos formular algunas preguntas ¿Por qué los alumnos no elaboran por sí mismos el menú, esto considerando que son adolescentes y adultos entre los 17 y 22 años?, ¿Por qué no se les permite escribir el menú en el pizarrón, teniendo en cuenta que hay alumnos que saben leer y escribir?, ¿Por qué no proporcionarles la receta de los platillos a elaborar, retomando de ahí los ingredientes y el procedimiento hasta llegar al platillo terminado?, ¿En este caso la docente promueve la autonomía en su grupo?...

Para poder responder las preguntas antes planteadas es necesario recordar que la condición de discapacidad de los alumnos es socialmente asimilada como una falta de capacidad para cualquier actividad máxime si la discapacidad es intelectual, dando como resultado la idea de que no se tiene la capacidad de tomar decisiones propias, de resolver problemas cotidianos.

Como educadores debemos darle oportunidades de crecimiento a nuestros alumnos sea cual sea su condición, lugar de origen, preferencia sexual, nivel socioeconómico... pues sólo de esta forma se pueden hacer conscientes de sus alcances, ponerse metas, cuestionar sus actos y los de los otros, no por terminar el platillo en menor tiempo, o por que sea más sencillo sólo darles las instrucciones y que ellos ejecuten, por simple comodidad de no estar dando explicaciones o apoyo en dudas que obviamente surgen en el proceso cualquiera que este sea.

Debemos considerar que estos alumnos quieren formarse para que en un futuro cercano se inserten al mercado laboral y ofertar un trabajo que satisfaga las necesidades de una empresa o la posibilidad de tener su propio negocio haciendo lo que saben hacer, respaldados por una adecuada formación.

En el CAM como institución escolar se deben promover las competencias básicas, en el CAM 94 además se deben desarrollar competencias laborales, en un párrafo anterior describimos el actuar del docente, a continuación describimos la respuesta de los alumnos: Mientras la maestra escribe algunos juegan y otros pocos ponen atención, ya saben a qué equipo pertenecerán pues están conscientes de lo que saben hacer y de lo que no; por ejemplo, realizar el agua siempre es trabajo del mismo compañero que sólo se involucra en esa actividad y el picado de verdura necesarias para el guisado aún cuando es un alumno de segundo grado, es de los únicos que sabe contar (en pequeñas cantidades), que conoce el uso del dinero y puede hacer la compras de materia prima para el taller, aún no se le da la oportunidad de estar frente a la estufa, a todo esto él opina que no le gusta hacer el agua y que mejor le gustaría cuando salga del CAM lavar carros en la calle.

Aún cuando no hablamos de autonomía como tal, en la actitud de este alumno hay un tinte de inconformidad, de conciencia de su situación que obviamente denotan que le está siendo truncada la posibilidad de desarrollarse desde el momento en que no se le toma en cuenta para su formación, no se le permite participar activamente y opinar, no se le da importancia a sus gustos y a sus preferencias, convergiendo en un disgusto con la escuela y anhelando su autonomía.

¿Qué estilo docente promueve más la autonomía?

Para lograr alumnos autónomos es necesario como docente ser autónomo mínimamente en lo personal; pues para enseñar una actitud hay que modelarla, permitirle al alumno que tome de nuestras actitudes y acciones una guía que le indique lo que le gustaría hacer así como en lo que definitivamente no quiere convertirse. En este punto es importante remarcar que la toma de decisiones por más sencillas que parezcan será fundamental en la formación de la autonomía, una adecuada estima de su persona así como el conocimiento de sus emociones y la autoregulación de ellas es lo básico para el bienestar de todos los alumnos sean niños, adolescentes o adultos, con o sin discapacidad.

El docente debe respetar las decisiones de sus alumnos, negociar con ellos, abrir el diálogo y siempre estar consciente de que está tratando con personas y no sólo con máquinas receptoras de información o reproductoras de conductas esperadas.
Propiciar la conciencia, dar cuenta de que las acciones tienen siempre repercusiones tomando en cuenta que estas repercusiones positivas o negativas influyen no sólo en cada persona si no también en quienes nos rodean, que libertad no es libertinaje, asumir su responsabilidad en todo momento y así como él es tomado en cuenta contemplar a los demás así como sus opiniones respetándolos.

AUTONOMÍA Y TRABAJO.

Ahora bien, ya analizada anteriormente la importancia de la autonomía para el desarrollo personal, en las relaciones familiares, en contextos escolares y en general para la sociedad; no podemos dejar de destacar la vinculación que tiene ésta con el trabajo y el campo laboral, pues – más adelante - nuestra propuesta estará encaminada a dichos fines.

Es una realidad que en la actualidad, ante un mundo globalizado, el mercado requiere no sólo a “especialistas” que sepan absolutamente todo sobre un tópico, proceso o tarea, sino a que, además de tener cierta especialización, estén en la capacidad de moldearse a los nuevos requerimientos y necesidades mercantiles (o necesidades sociales, pudiera ser) y estén dispuestos a aprender, a movilizar conocimiento y a poner en práctica toda una red de conocimiento integrado.

Si bien esta situación puede ser vista únicamente desde el lado económico y puede ser traducida como explotación y plusvalía (y esto también es una realidad), también es cierto que nunca hace daño conocer más sobre algo y ampliar los horizontes de nuestros saberes, acciones y desempeño; no obstante, para lograr dicho cometido, se necesita de la autonomía.

Retomando ahora a Piaget y haciendo alusión al aprendizaje por descubrimiento y a su teoría del aprendizaje, podemos mencionar que entre más capacidad de movilidad (física, cognitiva, etc.) tengamos, más estamos en posibilidad de aprender cosas nuevas y responder a las necesidades planteadas o simplemente tener una cosmovisión más amplia.

Ya en este punto resulta quizá contraproducente (incluso pareciera un pleonasmo) hablar de un , pues la autonomía implica cierto grado de conciencia crítica y expresión; pero no debemos olvidar que la autonomía no es sinónimo directo de “no depender de nadie más”, sino de reconocer que estamos inmersos en un todo, que somos participantes activos de dicho sistema, que tenemos la capacidad de tomar decisiones y que asumimos la responsabilidad de nuestros actos, es decir, un trabajador autónomo no necesariamente es aquel que se “autoemplea” en su microempresa (aunque no destacamos esa posibilidad), sino aquel que reconoce sus funciones dentro del sistema, cumple con ellas, se responsabiliza y es capaz de modificar sus esquemas de acción en pro de un bienestar común.

Como se acaba de mencionar – la autonomía en relación con el trabajo - también tiene la vertiente del autoempleo y de la creación de microempresas, negocios familiares, etc.; no obstante, dicho autoempleo también viene a cubrir ciertos intereses “ocultos” del Estado y de los grupos de poder (entiéndase, macroempresarios), pues - con estas medidas y transformaciones – vamos pasando de un Estado y empresas paternalistas y protectoras (en tiempos de Lázaro Cárdenas, por ejemplo) a un Estado y empresas indiferentes que delegan responsabilidades (antigüedad, prestaciones, seguro social, servicios administrativos) a los trabajadores mismos.

El autoempleo implica por una parte la pérdida de dichos beneficios e incluso el pago de impuestos y derechos; pero – por otra - nos deja en la posibilidad de seguir desarrollando nuestra autonomía, autogestión y tener esa posibilidad de decisión sobre cuestiones que se reflejarán de manera directa en nuestra realidad.

A MANERA DE CONCLUSIÓN.

Resulta innegable la importancia y trascendencia de la autonomía en el desarrollo humano, así como en los procesos de internalización a la cultura e interacción en diversos contextos sociales; dicho sea de paso, la búsqueda y la construcción de la misma comienza desde el nacimiento mismo y nos acompaña a lo largo de nuestra vida.

Es por ello que la autonomía no puede vislumbrarse como un producto terminado; conceptualizarla de tal forma mermaría su esencia e iría en contra de la naturaleza misma del cambio continuo, de tal suerte, no se puede llegar a ser un 100% autónomo, se da por grados de complejidad, por niveles y por contextos y situaciones; se enriquece a través de la experiencia y no se aleja nunca de un contexto social en el que necesitamos de los demás.

Claro que la familia (entiéndase, las interacciones familiares) es fundamental para el desarrollo de ésta; no obstante, existen factores exógenos (economía, momento histórico, cultura…) que influyen en la dinámica y el desarrollo que el sujeto puede tener de su autonomía.

También por otra parte está la escuela y diversas agencias de socialización que contribuyen (u obstaculizan, claro) el fortalecimiento de la autonomía a través de las relaciones que en ellas establecemos (formas de comunicación, relaciones de poder, formas de convivencia, etc.).

No es cosa fácil hablar de autonomía, – como ya hemos visto – son muchos los factores que tienen que confluir en diversos escenarios para que ésta se dé; incluso – paradójicamente - el desarrollo de nuestra autonomía depende también de los demás: del tipo de parentalidad, del estilo docente, de las relaciones que establecemos con nuestros semejantes, etc.

Es por ello que, nuestra labor como docentes es la de mantener la “escuela abierta” y tener la visión y la capacidad de vincular trabajo en la escuela y trabajo en la familia; de hecho, invitar a la familia y hacer lo posible porque se incluya, se impregne y participe de manera activa en la escuela. Y también del lado opuesto, involucrar a la escuela en las familias.

No obstante este cambio sólo puede darse poco a poco, con pequeños (pero significativos) avances y se inicia de lo individual a lo colectivo, pues de nuestra cuenta estará corriendo (como docentes) el cambio de concepción de una “escuela burocratizada y dogmatizada por la ciencia” a una escuela más humana que no descuide lo académico por lo social; que no sea ni una cárcel ni un mercado, más bien un lugar común de trabajo (serio, por supuesto), pero que atienda a las necesidades sociales y no sólo a la imposición de arbitrarios culturales y al cumplimiento de tareas sin sentido para los alumnos y docentes.

Se trata de visualizar al aprendizaje y a la autonomía como herramientas para el desarrollo humano y – dicho sea de paso - para cumplir con el propósito de una inclusión laboral a fin de mejorar la calidad de vida del sujeto y mejorar las condiciones de nuestros contextos próximos y, por qué no, de nuestro país.

Es por ello que reconociendo el impacto y la influencia de la autonomía, pero también de la colaboración entre pares, es que hacemos la siguiente propuesta de trabajo para contribuir con nuestro granito de arena hacia la transformación de esta escuela que deseamos se convierta el CAM 94 en aras de favorecer a su población: el trabajo integral y conjunto ESCUELA – FAMILIA desde edades tempranas a fin de promover la autonomía.

PROPUESTA.

Dicha Propuesta de Trabajo Colaborativo se presenta en distintos proyectos que se llevarán a cabo a través del ciclo escolar actual; depende del trabajo en conjunto de familiares, docentes, especialistas, autoridades educativas y alumnos a fin de favorecer la inclusión de los últimos a contextos sociales variados en los cuales puedan desempeñar sus habilidades comunicativas, resolutivas y sociales.

Los proyectos anteriormente referidos se desarrollarán en contextos variados; además de que existirán algunos específicos para alumnos, padres y/o docentes, pues trabajamos en el entendido de que la colaboración no implica necesariamente el trabajo en “masa”, sino con una organización jerárquica y encausada a un fin compartido.

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